El gaucho Martín Fierro (II)

Gonzalo Darrigrand
2 min readOct 13, 2022

--

Canto II

El canto II completa el sentido del relato que hará Fierro de su vida.

Apuntes de la lectura colectiva de la obra en #MFierro150

No se trata de cantar, como en el caso de “la ave solitaria”, sólo para buscar consuelo, sino también de transmitir un saber. Fierro detenta una sabiduría mucho más elemental que la de cualquier hombre letrado, es la sabiduría de quien ha sufrido, porque, según leemos en uno de sus versos: “nada enseña tanto como sufrir y llorar”.

Casi la totalidad de las estrofas de este canto enfrentan el recuerdo de un pasado idílico, en el que el gaucho tenía trabajo, una pequeña hacienda y familia, con el presente de enunciación en que gasta, el pobre, la vida en huir de la autoridad, como leemos en otro de sus versos.

Yo he conocido esta tierra

en que el paisano vivía.

Y su ranchito tenía

y sus hijos y mujer…

Era una delicia el ver

cómo pasaba sus días.

Jean Léon Pallière, “Idilio criollo” (1861)

En la ante última estrofa se anuncia el modo en que la desgracia personal de Fierro se vincula con la del resto de los paisanos. Todo empieza con la leva o reclutamiento forzado para la guerra:

Ay comienzan sus desgracias,

ay principia el pericón;

porque ya no hay salvación,

y que usté quiera o no quiera,

lo mandan a la frontera

o lo echan a un batallón.

Y en la última estrofa leemos:

Ansí empezaron mis males

lo mesmo que los de tantos,

si gustan… en otros cantos

les diré lo que he sufrido-

después que uno está… perdido

no lo salvan ni los santos.

--

--

Gonzalo Darrigrand
Gonzalo Darrigrand

Written by Gonzalo Darrigrand

Una voluntad servida por una inteligencia

No responses yet