La vuelta de Martín Fierro (XXIII)
Canto (XXIII)
El ‘ñato’ es un policía corrupto sigue la pista a Picardía. Espera que con sus artimañas Picardía despoje a un nápoles mercachifle que andaba con un arpista, para aparecer en la escena y decirle que lo va a llevar al cuartel.
Se me presentó a esigir
la multa en que había incurrido,
que el juego estaba prohibido
que iba a llevarme al cuartel;
Tube que partir con él
todo lo que había alquirido.
Esta estrofa esta cargada de sobreentendidos, de cosas que no hacen falta decir dado que la presencia del ñato no tiene nada que ver con enderezar una conducta o eventualmente castigarla, sino con exigir una coima. Picardía narra otro típico abuso de autoridad que asociamos con el juez de paz:
Decían que por un delito
mucho tiempo andubo mal;
un amigo servicial
lo compuso con el Juez,
y poco tiempo después
lo pusieron de Oficial.
En recorrer el partido
continuamente se empleaba.
Ningún malevo agarraba
pero traía en un carguero,
gallinas, pavos, corderos
que por ay recoletaba.
A su manera el ñato también es un jugador, sólo que juega con recursos distintos. Por eso se queja y con razón Picardía, empecé a tomarlo entre ojos por esa albitrariedá; yo había ganao, es verdá, con recursos, eso sí; pero él me ganaba a mí fundao en su autoridá.