El señorío feudal

Gonzalo Darrigrand
2 min readOct 8, 2020

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Las tierras del señor feudal, el señorío feudal, presentaban diferentes sectores. En el centro se encontraba el castillo; además de las numerosas habitaciones donde vivían los señores y sus familias, existían talleres de artesanos y almacenes. Alrededor del castillo se hallaban las tierras del señor o la reserva señorial, donde debían concurrir los siervos para realizar las tareas agrícola.

Más lejos estaba situada la aldea campesina. Allí los campesinos tenían sus tierras, en las que trabajaban para garantizar su subsistencia.

Por último, se encontraban los bosques y el río. Estos eran de uso comunal, es decir que todos los campesinos podían extraer recursos de allí.

El señor feudal tenía derecho sobre todas estas tierras, por lo que periódicamente exigía a los campesinos tributos en especie o en trabajo. Las enormes riquezas que obtenían las gastaba en productos de lujo o en fastuosos banquetes, o bien en equiparse para la guerra.

Los campesinos pagaban impuestos por usar el molino, el horno y la prensa; los comerciantes pagaban peaje por pasar por el feudo o cuando cruzaban algún puente.

Un poder político fragmentado

El feudalismo se caracterizó por la fragmentación del poder. Durante este periodo las monarquías se debilitaron, puesto que los señores feudales asumieron muchas de las prerrogativas que anteriormente le correspondían al rey. Cada señor tenía su propio ejército (formado por vasallos fieles), la capacidad de cobrar tributos y de ejercer justicia dentro de su feudo.

Como consecuencia de esta debilidad de la monarquía, los nobles consideraban el rey como un primus inter pares, lo que significa “primero entre iguales”.

Alfonso X y su corte — Solo será al final de la Edad Media cuando el rey pasará de ser un señor de señores a un soberano de súbditos.

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