El gaucho Martín Fierro (XI)
Canto (XI)
El primer lugar público al que se dirige Cruz cuando abandona su rancho es una milonga.
Ansí andaba como guacho
cuando pasa el temporal-
supe una vez pa mi mal
de una milonga que había,
y ya pa la pulpería
enderecé mi bagual.
Aquí se encuentra con un guitarrero que conoce ya su historia y que le dedica unos versitos burlones:
«Las mujeres son todas
»como las mulas-
»yo no digo que todas
»pero hay algunas
»que a las aves que vuelan
»les sacan plumas».
Cruz no soporta la burla, “yo tengo pacencia poca pa aguantar cuando no debo” dirá y, a continuación, se produce un entredicho que finaliza cuando Cruz le corta de un tajo las cuerdas al instrumento del guitarrero que se fue de boca y luego a este mismo lo dejó “con las tripas como pa que hiciera cuerdas.”
Luego del canto IX queda sugerida que la relación de Cruz con Fierro es de identificación y ahora, en el canto XI, esta relación asume un carácter inquietante, casi de carácter sobrenatural. Ocurre cuando al comienzo del canto Cruz comenta:
A otros les brotan las coplas
como agua de manantial:
pues a mí me pasa igual
aunque las mías nada valen,
de la boca se me salen
como ovejas del corral.
Se trata de unos versos que Fierro había dicho en el primer canto del poema y que Cruz no tiene por qué conocer.