Don Quijote #Cervantes2018 Cap. 12

Apuntes de la lectura colectiva de la obra de Miguel de Cervantes Saavedra

Gonzalo Darrigrand
3 min readJun 25, 2018
Morir de amor.

En Don Quijote I, 12–14 Grisóstomo, pastor enamorado, muere (o se suicida) por amor por el desdén de Marcela. Ella simboliza la libertad: digna de ser amada por su belleza y virtud, elige no amar, y se considera la primera feminista de nuestra literatura.

En su artículo “La función del episodio de Marcela y Grisostomo”, Thomas A. Lathrop aventura una conclusión sobre por qué razón este episodio procede al discurso de la Edad de Oro, el resumen sería este:

La historia de Marcela y Grisóstomo es la primera “novela intercalada” en Don Quijote. Hay 7 en total: Fernando y Dorotea, Cardenio y Luscinda, Curioso, Cautivo, Luis y Clara, Eugenio y Leandra. La primera y la última son pastoriles. La #4, Curioso, es la que más se aparta del texto.

Don Quijote chusma quiere saber la historia de Grisóstomo. Don Quijote pide a un cabrero que le cuente la historia de este amor contrariado que ha llevado a la muerte del enamorado.

El cabrero, desde su lenguaje humilde pero bien llevado, logra atrapar a Don Quijote (y a nosotros) con la narración de la historia de amor fallido entre Grisóstomo y Marcela: “…libre y desenfadadamente triunfa la hermosa Marcela.” Pedro el pastor que confunde varias palabras, “cris” con eclipse, “estil” con estéril, “Sarra” por Sara, y Don Quijote lo interrumpe para coregirlo a cada rato, con altura el pator de cabras se la hace corta a Don Quijote: si sigue corrigiendo no van a terminar más y lo que más importa es la historia.

Grisóstomo era un hidalgo rico, estudiante, y que sabía mucho de astrología. Un día comenzó a vestirse de pastor porque se había enamorado de la hermosa pastora Marcela, que estaba al cuidado de su tío sacerdote, chica casquivana ésta.

Don Quijote empatiza con Grisóstomo. Ambos son leídos, cultos, deciden volverse otro y abandonan su comodidad por la mujer a la que aman.

Marcela, falsa Pastora, es muy hermosa y muy rica, pero su tío retrasa la organización de su matrimonio, porque quiere su consentimiento, e insiste en los aldeanos, no sólo porque quiere seguir beneficiándose de su fortuna. Pero, de repente, Marcela se viste de Pastora y sale a atender a su propio rebaño. ¡Irresponsable de ella, porque entonces los hombres están expuestos a su belleza y se vuelven locos suspirando por ella!

“Yo nací libre, para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los árboles destas montañas son mi compañía; las claras aguas destos arroyos, mis espejos; con los árboles y las aguas comunico mis pensamientos y hermosura.”

Grisóstomo es también un hombre rico que se fue a estudiar a Salamanca y está muy bien leído. ¿Qué hace vestido como un pastor? Un día, Grisóstomo y otro estudiante que es su amigo deciden empezar a usar los atuendos de los pastores en lugar de la túnica de erudito. El pueblo se da cuenta de que Grisóstomo lo ha hecho con el fin de seguir alrededor de Marcela, la mujer que finge ser una pastora. Grisóstomo vive para el drama. Quiere ser enterrado donde vio su amor por primera vez. El pueblo es un alboroto sobre si seguir a través de sus peticiones paganas.

Cervantes dice que Grisóstomo murió de amores, por no decir que se suicidó, siendo ambiguo en los motivos ya que en la época el suicidio era considerado un pecado muy grave por el que se consideraba al difunto privado de sus derechos de bautizado, entre ellos el recibir sepultura en sagrado y el que se celebrasen las exequias. Por eso dice: “mandó en su testamento que le enterrasen en el campo como si fuera moro” pues los moros solían enterrar a sus muertos en el campo (como si no estuvieran bautizados). Cervantes dibuja a Grisóstomo muy sutilmente como figura heterodoxa: Que lo enterrasen como si fuera moro; que los abades no querían cumplir sus mandatos “…porque parecen de gentiles.” Estudiaba en Salamanca (magia) y “…sabía de la ciencia de las estrellas” (astrología).

Sancho Panza, harto de escuchar al cabrero, le pidió al Quijote que fuese a dormir mientras él a diferencia de su señor, que soñaba con Dulcinea, se durmió entre su burro y Rocinante, “no como enamorado desfavorecido, sino como hombre molido a coces”

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Una voluntad servida por una inteligencia

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