Cuarentena (37)

Gonzalo Darrigrand
3 min readAug 4, 2020

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25 de abril 2020 (sábado)

Cuarentena, día 37. Vamos a continuar, al menos, hasta el 10 de mayo (la cuarentena será permanente). Hoy es el cumpleaños de Pedro. En condiciones normales, ayer habríamos hecho un buen asado en el viernes para los amigos.

Me levanto al mediodía. En la cama leí el final de octubre 2000 del diario de La novela… Tomé unos mates con Carolina y me fui a bañar. Ahora se fue con Juani a la chacra a comer un asado. Son las 13.00 hs. preparé mates, escribí la entrada de ayer y veo con qué sigo. Tenemos un hermoso día de sol, ayer estuvo muy feo, pero ha despejado el cielo y el sol calienta. Lo malo es que hay humedad.

Me puse a organizar las actividades para el grupo de 4º del Instituto, trabajamos con la segunda parte del capítulo 2 del texto de Flavia Terigi. Ya lo tenía avanzado, me llevó más tiempo organizar la presentación. Lo subí al grupo de Facebook y programé para que se publique el lunes a las 19.30 hs. Todo lo hice pensando que el lunes voy a tener que participar en la clase 1 del módulo 1 de la diplomatura. Tendría que mirar dos capítulos de Black Mirror, pero por alguna extraña razón no tengo ganas de hacerlo.

Almorcé tarde, a las 15.30 hs. Preparé un arroz para agregarle al estofado que sobró de anoche. Quedó todo muy rico. Comí mientras escuchaba algo de música. El sol da contra el frente de la casa y tengo el living lleno de luz, es una tarde muy agradable. Después leí un rato La novela… y me acosté a dormir. Llegué al 01 de diciembre 2000, la fecha en que el narrador se propuso como fecha límite para iniciar la escritura de la novela y cumplir, de esta manera, con la beca Guggenheim. Hasta aquí, de agosto a diciembre, uno se da cuenta por qué el narrador no escribirá nunca la novela o no avanzará más allá de los capítulos iniciales que escribió en 1984. El narrador es supersticioso, quisquilloso y posee varios trastornos que le impiden considerar que cualquier momento es un buen momento para sentarse a escribir. Los lectores del diario asumimos que el narrador posee el talento para escribir y que incluso conoce, pormenorizadamente la técnica de la escritura.

Me levanto a las 18.30 hs. y voy hasta el centro a comprar alimento para los gatos, algo dulce para la noche y huevos para ponerle a la pizza de mozzarella. Llamo por teléfono a Pedro para saludarlo por el cumpleaños y doy una vuelta en auto. Vuelvo 19.30 hs. y a las 20.00 hs. llegan las pizzas. Entre las milanesas que no cociné al mediodía y la ensalada que compré ayer y no usamos, ya tengo el almuerzo de mañana.

Cenamos, miramos algo de tele, que está copada por el tema coronavirus en todos los canales, programas y temas. Habló el Presidente, extendió la cuarentena hasta el 10 de mayo y flexibilizó las salidas, una hora por día.

Nos vamos para Netflix, estamos en la última temporada de Mad Men. Esta serie está muy bien escrita y realizada, en cada capítulo suceden muchas cosas y cada personaje posee su lugar en la trama. El secreto está en la brevedad de las escenas, en la contundencia de los diálogos y de las actuaciones. El ejemplo sobresaliente son las reuniones de directorio, duran no más de dos minutos, se deciden cosas importantes, se vota y terminan. En esta temporada tenemos a Draper en la lona y en la gloria más o menos dos veces por capítulo, escribe eslóganes o termina como una pieza central en el juego de ajedrez corporativo. El último tuvo como dato histórico central la llegada del hombre a la luna, y como dato narrativo la muerte de Bertrand Cooper.

Nos acostamos a las 04.00 hs.

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Written by Gonzalo Darrigrand

Una voluntad servida por una inteligencia

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