1984

Gonzalo Darrigrand
3 min readJun 9, 2020

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Primera parte (Capítulos 1 a 8)

«It was a bright cold day in April, and the clocks were striking thirteen.»

«Era un día luminoso y frío de abril y los relojes daban las trece.»

Amo este comienzo.

En la próxima frase, Orwell nos presentará a Winston Smith y nos meterá de lleno en #1984

En el segundo capítulo aparece la señora Parsons (esposa de Tom Parsons y vecina de Winston). Vive aterrorizada con sus 2 hijos adoctrinados por una organización juvenil del Partido (los Espías).

Mientras el Partido impone su versión del pasado, en el capítulo 3, el subconsciente de Winston le recuerda (a través de sueños) el sacrificio de su madre y su hermanita cuando él era un niño. Los padres de Winston seguramente murieron durante la purga de los años 50.

En el capítulo 4, hallamos que Winston trabaja en el Departamento de Registro del Ministerio de la Verdad como “editor” y “corrector” del pasado.

Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro.

“Día a día, y casi minuto a minuto, se iba actualizando el pasado. De ese modo podía demostrarse con pruebas documentales que todas las predicciones hechas por el Partido habían sido correctas”.

Extraordinario capítulo 5. Hora del almuerzo en el ministerio. Winston conversa con el camarada Syme, un filólogo integrante del equipo responsable de la Neolengua, otro concepto clave en el universo orwelliano que acá es desarrollado y explicado.

Nuestra tarea consiste en eliminar cientos de palabras todos los días. Estamos reduciendo el lenguaje a lo indispensable.”

En breve no existirá “extraordinario” en #1984, la neolengua lo reemplazará por superbueno.

Winston describe en su diario una experiencia traumática con una prostituta y el episodio le sirve a Orwell para contarnos en el capítulo 6 cómo es la sexualidad en tiempos de Big Brothers.

El régimen prohíbe y penaliza severamente cualquier práctica sexual que implique placer y limita su función a un mecanismo reproductivo.

En el extenso y complejo capítulo 7, Winston escribe en su diario sus reflexiones sobre los proletarios, los capitalistas, las posibilidades de una revolución, la historia reciente y el destino de tres disidentes.

“Hasta que no tengan consciencia de su fuerza, no se revelarán, y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes. Éste es el problema.” Winston no puede solucionar el problema que por años enfrentó el marxismo británico, la formación de la consciencia en la clase obrera.

Al igual que Melville, Voltaire, Greene, Seinfeld y El Zorro, ¿por qué Orwell se perdería la oportunidad de mencionar a la Argentina?

En su búsqueda de la verdad, Winston busca gente que recuerde la época pre-revolucionaria para contrastar su experiencia con la propaganda oficial y encuentra algunas respuestas en un vendedor de antigüedades.

En un pisapapeles y en un trozo de vidrio viejo, Winston encuentra el aura de las cosas únicas perdido en la era de la reproductibilidad técnica de las obras y objetos.

En la imagen, la tapa original del libro

Con el capítulo 8 se cierra la primera parte de la novela.

Hoy, 8 de junio, se cumplen 71 años de la primera publicación de la novela #1984 de #GeorgeOrwell (8 de junio de 1949), en el Reino Unido por la editorial Secker & Warburg.

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Una voluntad servida por una inteligencia

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